UNIVERSIDAD Y DESARROLLO SUSTENTABLE

Crisanto Gregorio León

En su interrelación con el contexto, es obligante diseñar un modelo curricular de contenidos y aspectos fundamentales que ubiquen a los estudiantes en su integración con la vida cotidiana, para producir en razón de la dinámica con su entorno, ciudadanos con criterios y principios éticos; por lo que es determinante integrar los desarrollos conceptuales, procedimentales y actitudinales, entre el docente, el estudiante, la universidad y la comunidad.
Consolidando estas relaciones atribuyéndole un sentido amplio a la conservación del ambiente como elemento fundamental en el compromiso de una conciencia ciudadana, para el hombre, la naturaleza, la cultura, y demás componentes de tipo geográfico, históricos, sociodemográficos, económicos, políticos.
De modo que el eje transversal ambiente sea incorporado en toda actividad académica, vinculado efectiva y eficazmente con la realidad del entorno y la función educativa sea cual sea la asignatura, sin que ningún docente pueda eximirse de conocer, implementar o impulsar acciones propias del forjamiento de un hombre ecológico, bajo el pretexto de no ser del área ambiental.
Evasivas como la expuesta, desprecian la importancia de la conservación del ambiente y la trascendencia del desarrollo sustentable y endosan culpas y responsabilidades a otros, como si la comunidad fuera un ente extraño a la cual se acude sólo para ejercer una profesión, en desunión con la realidad ambiental del entorno y sus necesidades de desarrollo armónico. Visto así, al docente sólo le importó obtener un cargo universitario y cumplir - si acaso - un horario, para solo cobrar un salario, sin atender actividades propias de los ejes transversales, que como el ambiente reclaman mayor atención y seriedad.
El enclave universitario debe propender a su desarrollo sustentable; para satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer las suyas, usando los recursos naturales de manera racional con el propósito que las mayorías puedan beneficiarse y éstos puedan ayudar a perdurar la vida humana en la tierra en un futuro; apuntando el desarrollo en dos aspectos centrales: a) garantizar a toda la población una calidad de vida digna (empleo, respeto a sus derechos humanos, democracia, educación, vivienda, equidad de género, salud y servicios básicos) y b) garantizar un manejo adecuado de los recursos naturales bajo un estricto respeto a las capacidades de recarga de los ecosistemas y a los equilibrios ecológicos, no sólo en el presente, sino también en el futuro.
La universidad en su acción y formación profesional debe ser capaz de generar en su entorno que a nivel empresarial el desarrollo sustentable signifique competir a nivel global con estrategias de negocios que respondan a las necesidades presentes de las empresas y su comunidad, protegiendo y manteniendo los recursos ambientales y humanos que serán necesarios en el futuro; en el proceso de mejoramiento sostenido y equitativo de la calidad de vida de las personas, fundado en medidas apropiadas de conservación y protección del medio ambiente, de manera de no comprometer las expectativas de las generaciones futuras.
La universidad no puede divorciarse de la búsqueda por alcanzar las condiciones óptimas para el sano desarrollo social, cultural y económico -y su permanente mejora-, sin poner en riesgo la continuidad de los recursos de su entorno y respetando los derechos de las generaciones futuras fundamentada en una ética humanista y en la aplicación correcta y respetuosa de la ciencia y la tecnología, para el diseño y aplicación de formas de producción con impactos mínimos controlados en el medio ambiente, con acciones de mitigación, conservación y recuperación de los recursos naturales.
No te eximas argumentando, yo no soy de ambiente, al contrario, propende al forjamiento de hombres y mujeres que sea cual fuere su formación profesional, igualmente impulsen el desarrollo sustentable de su entorno. El momento, es siempre

Abogado

crisantogleon@gmail.com