jueves, 27 de mayo de 2010

Joshua una película sobre Jesús en tiempos modernos

Cómprenla y disfrútenla , aqui les coloco un link para que sepan algo de ella, pero no hay nada como verla y disfrutarla como un bálsamo para el alma y un renacimiento espiritual.
sigue el link http://cristianos.com/2002/06/joshua-una-pelicula-que-plantea-la-vida-de-jesus-en-tiempos-modernos/

martes, 11 de mayo de 2010

El pecado del becado
Crisanto Gregorio León

La filosofía que inspira la entrega de una ayuda económica o financiamiento para cursar estudios; es precisamente eso, para cursar estudios previa satisfacción de ciertos requisitos.
Y aunque esta aseveración parezca una tautología, en puridad no lo es; si nos percatamos de la cantidad de becados o becarios que se han tomado la beca como una patente de corso para no estudiar. ¿Y como es esto? . Bueno, sencillamente no asisten a clases y se aparecen a último momento haciendo pucheros o con los ojos lastimeros arguyendo que si no se les aprueba la materia, entonces perderán la beca.
Otros simplemente asisten, calientan el pupitre, toman las clases con el mayor desinterés y con una holgazanería intelectual que causa crispación; esperan que trascurra el trimestre o semestre para exigir una nota, bajo la argumentación de que si no se les aprueba la materia, entonces perderán la beca.
De tal manera que proceder bajo estos parámetros, es blandir la condición de becado para apoderarse de un título sin pena ni gloria; por medios ilícitos, inmorales o no éticos.
La beca debe ser para quien efectivamente dedica tiempo al estudio, para quien además de asistir a clases, se sienta a leer libros, practica ejercicios, hace tareas de campo, investiga, pone en movimiento la cognición y al momento de ser evaluado demuestra que ha estudiado; no para quien anda con un carné ufanándose de estar inscrito en tal o cual universidad y no hace el mínimo esfuerzo intelectual para justificar la ostentación de un financiamiento que le puede hacer falta a otra persona.
Los méritos académicos, la brillantez intelectual y la dedicación a los estudios que en otros tiempos justificaban el otorgamiento y mantenimiento de una beca, se ha metamorfoseado en desinterés, apatía y “viveza criolla”.
De esta forma se corre el riesgo de que egresen titulados de las universidades, personas que sin estudiar hacen la carrera obteniendo sus calificaciones bajo la misma argumentación “ay profesor, si no paso la materia me quitan la beca”.
Un egresado bajo estas hipótesis, se desluce a si mismo, a sus profesores y también a su “Alma Mater”.
De modo que la beca y el becado deben cobrar su dignidad; la primera como un premio al estudiante por su alto rendimiento y el segundo haciendo honor a la confianza que se le ha depositado.
Nobleza obliga decir, que no son todos los que están, ni están todos los que son, pero son tantos que causa pena.
Abogado
crisantogleon@gmail.com
Nuestros actos nos definen
Crisanto Gregorio León


No importa quienes somos por dentro, son nuestros actos los que nos definen.
Cuando un ser humano se comporta cual saltimbanqui, para reflejar una imagen que no es la real; siempre la esencia muestra su rostro, independientemente de las acrobacias por esconderlo. Si eres bondadoso o estás lleno de maldad, tus actos te delatarán. Y toda acrobacia para ser mejor persona, fructificará en un mejor ser humano.
Si el corazón es bueno, la bondad se manifiesta sin ningún esfuerzo; y cuando el corazón es como la hiel, continuamente dejamos un sabor amargo en las relaciones con nuestro prójimo.
¿Pero podría ser un dogma afirmar que somos humanos y por tanto personas y que la cualidad de personas nos garantiza humanidad esencial?
Hay quienes definen a la gente como seres triunos; no por equipararnos con las tres divinas personas, sino porque en la complejidad de la mente humana, en la materialización de sus pensamientos y de sus acciones; cada individuo posee tres personalidades: lo que somos, lo que creemos que somos y lo que los demás piensan que somos. Algo así como remontarnos al problema del ser en la ontología Aristotélica en el deslinde de las disciplinas científicas.
Y cabría preguntarnos: ¿Cuál es el concepto que tenemos de nosotros como personas y cual nuestra finalidad para trascender como seres humanos? , ¿Qué nos diferencia de los demás personas? , y ¿Qué clase de personas somos?
Cuando mentimos o engañamos, o nos aprovechamos de la bondad o la credulidad de otros, o nos valemos de nuestras profesiones u ocupaciones para satisfacer nuestra egolatría, o en todo caso desquitarnos con otros nuestras “carencias”; no hacemos sino buscar un pretexto para dejar aflorar el verdadero “yo” que administra nuestra vida.
Y en igual sentido, cuando aprovechamos nuestras cualidades y posiciones, siendo éstas coadyuvantes para llevar la vida en armonía con todo y con todos; en vez de exacerbar las carencias de otros, sembramos el pretexto para ser felices, trascendiendo como mejores seres humanos.

Abogado
crisantogleon@gmail.com