domingo, 11 de noviembre de 2007

LA POLICÍA HIPOTÉTICA II


Crisanto Gregorio León

Felizmente nadie amenazaba , acechaba y vigilaba el pensamiento , por haber osado mostrar lo que escondía en su interior una hipotética policía municipal .
En el reino de la imaginación cobraría especial conmoción la exteriorización de la policía hipotética ; si un hipotético personaje cobrara sustancia corpórea como para sentirse aludido y arremetiera profiriendo anatemas , blandiendo las armas y jurando venganza por haber quedado a la luz pública “su pequeño secretito”. Sobre todo , si este reino descansa en la presunta pulcritud de los asuntos policiales , en el supuesto de que la realidad ocultara una nefasta organización, que quedó fotografiada en el verso de un escritor.
¡ Es conmigo¡ , pudiera haber gritado , ¡ convencido estoy que se trata de nosotros¡ , se empeñaría en explanar encabritado , pero la furia le podría obcecar hasta tal punto de subestimar la presencia de testigos en el recinto secular . Desde luego se podría pensar lo que en el lenguaje jurídico se entiende como excusatio nom petita acussatio manifesta – quien se excusa sin ser acusado , declara que es culpable.
La hipotética policía, nunca pensaría que intereses ciudadanos alimentaran el pensamiento de quien pudo detectar , solo en su imaginación , los peajes matraqueros , las cuotas por silencio que el proxenetismo pagaría , los cientos de arreglos que los subordinados cerrarían por cohonestar con la vil delincuencia .
Esta hipotética policía municipal , que cobra vida en el reino de la imaginación y que puede ser cualquiera , cuando cualquiera cierra filas en su conformación , no sería una policía de pequeña monta , sino en cambio podría ser una policía de acción tentacular cuyas ramificaciones se extendieran en razón de la desgastada imagen de alguna persona , cuyo prestigio podría ser capaz de irradiar confianza y que no obstante sus mejores esfuerzos, sus subordinados sintieran que son la personificación del derecho y la justicia pero para provecho de su peculiar peculio, de su entorno familiar o de las faldas que en carnadas hubieran dejado llegar a sus jefes en bandada.
Cuando hipotéticamente los jefes de esta policía supuesta empezaran a intimar con la población femenina de la familia de sus subordinados , ya no habría garantías de rectitud , ya los rangos se desacatarían y solo reinaría el caos .
Pero si los jefes de esta hipotética policía nada tuvieran que esconder y ciertamente fueran rectos , brillantes y con temple de acero – parafraseo a Bolívar - , tomarían las decisiones correctas , pusieran todo en orden y adecentaran la casa ; entonces ya no serían culpables por omisión , pues la ética y la moral volverían a reinar , como al inicio , cuando en el mundo de la imaginación se avistaban como gallardos hombres y mujeres dispuestos a sacrificarlo todo por el imperio de la ley, de lo correcto y lo decente . Pero esto solo se trata de la hipótesis de un soñador.

Abogado
crisantogleon@gmail.com

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