martes, 14 de abril de 2015

Remóntate y conócete

Remóntate y conócete
Crisanto Gregorio León

Hay una pregunta que tal vez jamás te hayas formulado en la dimensión de algunos parámetros y tiene que ver con tu personalidad. Tus gustos, aficiones, defectos, talentos, el modo de abordar la vida , la capacidad para asgar el futuro y los sueños ; tu percepción del mundo, de la existencia, la empatía o antipatía con la que acoges o rechazas personas, situaciones o cosas ; toda esa gama de complejidades que estructuran nuestro ser y nuestra imagen.
Esa interrogante cuya respuesta te hace entenderte, comprenderte y “conocerte” en función de  discernir objetivamente las características externas y las peculiaridades de tu comportamiento, por qué eres quien eres y la razón de por qué eres como eres. Identificarás en ello el origen de tu serenidad y armonía o tu estampa escandalosa o bullanguera.
Una vez que te remontas y empiezas a distinguir las cualidades o los defectos de tus raíces, de tu árbol genealógico o de los sucesos que marcaron para bien o para mal tu vida, entonces no solo satisfarás el por qué de tu yo interior, más allá de tu genotipo  y sino más bien de tu fenotipo.
¿Quien de tu árbol genealógico se comportaba o se comporta como tú lo haces? No sólo en virtudes sino en defectos. A quien te pareces de aquellos de los que te originas inmediatamente o remotamente. Si la vida te ha sido como  barco de velas con viento a favor o por el contrario te ha quebrado y has tenido que construirte o reconstruirte, forjándote a puro espíritu con la fuerza que no sabes de donde proviene pero cuyo ímpetu lo reconoces en alguien de tus ancestros. O por el contrario eres único o única pero con peculiaridades tales que en ese recorrido hacia al pasado  para ubicar el legado en tu personalidad lo ignorabas en alguien que muy atrás aportó de sí en tu historia de vida.
Al lograr identificar el origen de tu legado, entonces te darás cuenta de por qué eres como eres, la razón de quien eres y como te gustaría continuar siéndolo o si habida cuenta de tu recorrido errático prefieres cambiar dándole un vuelco a todo y sanar, para emprender un nuevo recorrido con gracia, virtud y talento. O al plantearte y reconocer de que estás hecho o hecha, sientes plena satisfacción y en ello te enorgulleces de lo que eres y de quien eres.
De tal suerte que en este recorrido hacia el pasado te has remontado y te has conocido. Tomando lo mejor y lo virtuoso; desechando y trabajando para evitar lo que viniendo de tu esencia no es bueno y te hace daño porque afecta tu personalidad y tú alma.
Profesor Universitario