¿ LA UNIVERSIDAD ESPANTA TALENTOS?

Crisanto Gregorio León

Pareciera que es la Universidad la responsable de espantar talentos, cuando la realidad es que algunos profesores universitarios son los encargados de desanimar al estudiantado, a los participantes quienes cuales equilibristas deben aprestarse a sortear las miserias de cada docente, de algunos la inmadurez, de otros la egolatría, de otros la megalomanía, de otros el morbo y hasta el sarcástico sadismo , sin descontar a aquellos que son caprichosos y no olvidemos los que solo son condescendientes si pueden recibir algo a cambio, sin desatender la peligrosa especie de los extremistas moralistas que se inmiscuyen en la vida privada del estudiante adulto.
Menos mal que siempre existe un cuerpo profesoral de mente amplísima y abierta que no se deja sobornar por intereses inconfesables, antítesis de “docentes” que ven en el participante una competencia a la que hay que sojuzgar pues camuflados con mentes latitudinarias, son estrechos ductores del proceso de aprendizaje aparentando concepciones modernas de la educación en realidad están atascados en la época del magíster dixie , donde los discípulos debían entubar su pensamiento a las veleidades del docente .
Coadyuvan al desanimo por el estudio, profesores que enmascarados de modernos mediadores, no esperan sino el momento preciso para hacerle una gambeta al estudiante, si este ha demostrado talento o es crítico o simplemente cuando su background intelectual es de alta factura y el docente se ve desplazado por las osadías del participante de haber marcado pauta en la no ductilidad de su pensamiento, por tener respeto por su propia personalidad, cosa que al docente le da temor y hasta envidia y es allí cuando empieza a verter su veneno en su “autonomía de cátedra” , por cierto tan mal concebida y tan desacreditada por profesores con acuarelas psicológicas.
Y ni se diga si se trata de estudios de postgrado que al igual que en pregrado muchas veces, las influencias y los favores al profesor te hacen coronar un veinte o te marginan de figurar entre los mejores porque no eres el recurso idóneo para los intereses circunstanciales de las necesidades del profesor. ¿Que desconsolador verdad?
Y es que la dignidad universitaria se ve vapuleada cuando los docentes premian otras actividades en el participante que nada tienen que ver con la formación académica para la cual se inscribieron verbigracia en un postgrado, como ser sus choferes, o sus médicos particulares, o sus artistas decoradoras, sus salvavidas informáticos, sus reposteras, o la mal entendida solidaridad entre colegas que por homologas funciones no se pisan la manguera.
Y mientras tanto hipócritamente se alardea de romper paradigmas de asumir nuevos retos, del respeto por la dignidad del estudiante, de la mediación y del constructivismo y la proscripción de las evaluaciones cuantitativas por sus inconsistencias en la medición de las capacidades y conocimientos del ser humano,…..! Que gran fraude!

Abogado
crisantogleon@gmail.com