sábado, 10 de noviembre de 2007

AMIGOS DE OCASIÓN

AMIGOS DE OCASIÓN
Crisanto Gregorio León

Ciertamente, al amigo y al caballo no hay que cansarlos, pero a veces se hacen cosas realmente magnánimas con el salvoconducto de la amistad, porque ella llena todas las razones y ninguna excusa le es adversa para socorrer a un amigo. En nombre de la amistad el hombre es capaz de hacer los actos más loables y más puros de corazón.
El propio Bolívar en carta a su entrañable Francisco Iturbe le dijo: Jamás falta un amigo compasivo que nos socorra y recibir el socorro de un amigo nunca puede ser vergonzoso.
La amistad es un preciado tesoro para quienes logran descubrirla, pero aquella que solo se anuncia de boca sin su correspondencia en el mundo de los hechos, no es amistad sino de mote. El Eclesiástico 37 nos advierte que Todos los amigos dicen: "Soy tu amigo", pero hay amigos que lo son solo de nombre. ¡Qué golpe tan mortal cuando un amigo íntimo se vuelve enemigo! El mal amigo se mantiene lejos cuando estás en aprietos. El buen amigo lucha contra tu enemigo y te defiende de los que te atacan. No olvides a tu amigo fiel en tu corazón, ni pierdas su memoria en medio de tus riquezas.
Con alegría el buen amigo expresa su amistad para con el otro u otra, pero que grande decepción enterarse que esa amistad no es recíproca o es solo una hipocresía. Ocasiones hay en las que un amigo ofrenda su fidelidad ante quien cree que también es amigo suyo y vive bajo el engaño de una mentira, porqué el otro u otra jamás ha permitido que su corazón lo reciba y alberge como verdadero amigo.
En proverbios 18 podemos leer que “hay amigos que llevan a la ruina, pero hay amigos más afectos que un hermano”. Y mayor es la congoja haber adoptado a un amigo como hermano o afectuosamente llamarle hermano y recibir de él o de ella la afrenta del desdeño.
Hay quienes sin pedir nada a cambio han dado mucho a sus amigos y han recibido poco de ellos, porque la amistad les queda grande o porque buscan el momento propicio para hacer sentir su calor de amistad y otros no han sabido corresponder con la elocuencia que da la apertura del corazón. Pero más pierde quien no ha sabido valorar la persona por si misma y por la pureza de su afecto.
Judas con un beso entregó a su amigo y maestro y otros sellan la traición con una copa para sorprender la buena fe del amigo a quien se quiere traicionar. Quienes piensan que sus amigos son solo aquellos que están a la hora de la fama, la riqueza y la prosperidad, viven bajo el más grande engaño porque esos solo son amigos de ocasión y no hay pureza en sus corazones, pues jamás valorarán a la persona sino a las circunstancias que le rodean siempre y cuando de ella pueden obtener ventajas.
Hay quienes tienen a sus amigos en su corazón y a pesar de la tracción o del olvido y comprendiendo las inconsistencias de la naturaleza humana, aguardan su regreso con el afectuoso encuentro del momento más elevado en el cual sus almas tuvieron el espacio para la amistad que entre ellos alguna vez nació.
Dos reglas en el código de honor de la amistad, es que al amigo nunca se niega y uno nunca se niega al amigo; porque de ser al contrario alguno de los dos jamás fue realmente amigo.
Si hoy despreciamos una amistad por la perecedera luz de la opulencia, o por falsos y arribistas, mañana tal vez no tendremos la llama viva de un auténtico amigo.
Que grandioso es llamar al otro u otra amigo o amiga y saber que esas palabras reflejan en su destinatario la imagen exacta de la pureza del sentimiento de quien emana.
El poeta, filósofo y artista Khalil Gibrán, al hablar sobre el valor universal de la amistad expresó: ¿No dicen que los verdaderos amigos se pueden contar con los dedos de una mano? Ojalá que nos falten dedos para contarlos…

Abogado
crisantogleon@gmail.com

No hay comentarios: