domingo, 11 de noviembre de 2007

EL COLEGIO ¿DE QUIEN?

EL COLEGIO ¿DE QUIEN?
Crisanto Gregorio León

Quienes hemos tenido la oportunidad de calibrar los ambientes en cualquier colegio profesional en razón de alguna diligencia o actividad propia o de algún amigo , nos hemos percatado de ciertas peculiaridades que disgustan en general , que se comentan particularmente y que repercuten en el ánimo del agremiado.
¿Has reflexionado amigo colegiado que no obstante ser tú quien mantienes con tu contribución al colegio profesional en el cual estás inscrito, pudieran ser otros los que se beneficiarían de tu aporte?, ¿Cuantas veces te has sentido incomodo o incomoda porque algún personaje que es pagado con tu aporte se ha puesto con majaderías contigo?.
En el desempeño de la tareas y sin perjuicio de la dignidad humana, no obstante cualquier amplitud de pensamiento u otra concepción horizontal de las relaciones entre empleado y empleador, los roles no se deben invertir, ya que se desnaturalizaría la esencia de la relación.
Pues bien, más de una vez hemos recogido el eco de la protesta de los que viéndose afectados por conductas de quienes en los colegios profesionales deben estar a la orden del colegiado, invierten la relación, dando al traste con las prerrogativas del profesional que en una estricta concepción es el verdadero propietario del colegio, cualesquiera sea la adjetivación de sus afiliados, valga decir, médicos, abogados, ingenieros, periodistas, arquitectos, etc.
Cuando un profesional asiste a su respectivo colegio por cualquier motivo, no debería percibir que unos pocos se adueñaron de la sede del gremio, ni que perico de los palotes, ni que menganita de los laureles, se manejan como los jefes de los colegiados, sino por el contrario que; el profesional se sienta a gusto en su casa y que los empleados entiendan que ellos dignamente están al servicio de los profesionales inscritos, porque a ellos deben su permanencia en el recinto del gremio, porque el gremio existe porque existen los agremiados . Ningún profesional desea ser tratado en su propia casa como si se tratase de un mendigo en busca de una dádiva y que ésta será concedida dependiendo de los ánimos de algún empleado amañado o de la voluntad de algún plenipotenciario del Presidente del Colegio respectivo.
Observemos como las cosas en el país se han trasformado por obra de muchas equivocaciones, ya es hora de tomar conciencia, de comprender que la gente quiere participar en el manejo de lo que entiende le pertenece, además de quererse sentir a gusto con lo que por derecho sabe que le pertenece y que nadie quiere ser tonto útil de nadie.
No olvidemos que siempre está en el tapete la posibilidad que mediante una ley inspirada en otra filosofía, se haga voluntaria la colegiación, cambiándose así, las perspectivas de las cosas.
Cada colegio profesional, debe revisarse para cohesionarse en torno a sus agremiados, pues su permanencia, existencia y status están subordinados a los beneficios que aporten a sus miembros y sin que sea contradictorio, un sólido colegio es la fuerte punta de lanza por la defensa de sus colegiados.

Abogado
crisantogleon@gmail.com

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