domingo, 26 de septiembre de 2021

El pirata de los piratas, vigilando la costa

 


Dr. Crisanto Gregorio León

 

Los contrabandistas y delincuentes, traficantes de sustancias ilícitas y de  drogas, aun sabiendo que la mayor cuantía de las mercaderías ilegales e ilícitas les acarrearían superiores sanciones, pues verbigracia entre mayor alijo mayor pena ; igual declaran con enojo y asombro, con ánimo de denuncia incluso, que esa no era la cantidad de mercancía que había sido decomisada , que faltaba , que era muy superior a la que dejaban constancia los funcionarios actuantes , que esos no eran los inventarios, que alguien de manera intencional había insaculado la mercadería de contrabando en momento oculto para que aparecieran asombrosamente  los precintos intactos. Toda la ruindad de un hampón que pierde el pelo pero no las mañas, y del que podríamos señalar que por sus resabios perdió su ascenso. 

Era denuncia consuetudinaria de los delincuentes que entre los funcionarios había uno más delincuente que ellos, un funcionario que los supera  en cinismo, perversión y astucia y  que se queda  con toda la mercancía o con el 75 % de la droga, pero que esas cantidades que reflejaban las actas no eran las cantidades de mercancías y mercaderías que los delincuentes llevaban al momento de la captura y del decomiso. Que alguien se estaba robando la droga decomisada cuando ya no estaba en manos de los delincuentes. Que en el expediente se reflejaba menos cantidad de la incautada, cuando en realidad era más peso y más cantidad.

Un mañoso hombre, de rango inferior al de General que no pudo obtener mayor graduación por sabotear su propio ascenso por corrupto y con muchos expedientes disciplinarios, de averiguaciones administrativas abiertas, e incluso criminales; esta vez no le valieron ni sus grabaciones voyeristas, ni sus careos, ni sus monos voladores, ni sus chismes, ni sus mentiras, ni su maldad, ni su corrupción, ni su ruindad,  ni sus trampas. Sus superiores, gente honorable, integra, honesta y decente  lo declararon no apto para ascender, pues lo conocen tal cual es y que ahora para desgracia y afrenta de la institución se encontraba , atracando en la costa , vigilando en la costa, pirateando a los piratas.  

Aquél decían los delincuentes capturados, mientras señalaban a un militar retirado que salía de su oficina disparado con todas las características del caminar psicopático, que iba corriendo como un loco enfermo como si alguien lo persiguiera, se trataba del pirata de los piratas. Es un delincuente uniformado, que deshonra la fuerza a la que perteneció y es más criminal y delincuente que los criminales y delincuentes que captura, pues los desvalija y se queda con el alijo.

Refieren algunos de sus cursos ya con el grado de Generales, « quien no lo conoce, todos sabemos de su vida parasitaria y criminal, es sumamente corrupto,  dañó su propio ascenso, se auto saboteó ». «Todos saben del mañoso infame quien con toda jactancia se pasea como si fuera íntegro y honesto y es un vulgar delincuente». «Es la deshonra de la institución». Ojo, hay Generales íntegros.   

 Sí, es particularmente siniestro , siempre anda buscando a quien embarrar para tapar sus faltas , hacer teatro y alardear de que capturó a un corrupto, para ensuciar a otros y arrogarse falsas banderas de moralidad. En fin, para despistar y que las miradas  escrutadoras se alejen de él.  

Se hizo tan impopular y tan despreciable por su desfachatez y criminalidad usando uniforme para piratear, que los criminales no tenían de otra que contactarlo para negociar antes de atravesar la ruta que vigilaba el “pirata de los piratas”. Para eso es un as, un asqueroso,  pues le place psicopáticamente  que lo corrompan y él se deja corromper.  Este desalmado psicópata militar retirado tuvo que ser despojado de esas funciones con los mismos fundamentos deshonrosos por los cuales se le negó el ascenso. Como cochino mierdero, nunca ha aprendido lo que es la honestidad ni la decencia.  Y solo los burros del mismo pelo, cuando se ven se saludan.

Es obligatorio expresar,  que cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. ¿Sí?

 

crisantogleon@gmail.com

Profesor Universitario/Abogado/Periodista/Psicólogo/ Escritor

 

 


Si el psicópata no está en tu conciencia, ¿no existe para ti?

Dr. Crisanto Gregorio León

 



Dr. Crisanto Gregorio León

 

Siendo supervisor de educación, me apersoné en una ocasión en un preescolar para monitorear una sala y eventualmente surgió espontánea una situación. « De pronto un niño era golpeado con los pies y los puños por otros párvulos». Al intervenir para separar el escarceo de los infantes, la maestra le preguntó al niño agredido las razones por las cuales no se defendió o por lo menos por qué no esquivó o repelió los golpes de quienes le estaban pegando. Y el niño respondió con una exquisita inocencia. «Es que en mi casa nadie golpea y no sé qué es golpear ». Quedamos maravillados ante tan angelical respuesta y del ejemplo, de la formidable y respetuosa educación que estaba recibiendo el niño en su casa. 

El niño no había presenciado en su casa a nadie ni pelear ni golpearse. No tenía en su caja de valores infantil, ningún modelo por el cual pudiese haber aprendido la violencia.  Aquí quiero puntualizar, que si no está en tu conciencia entonces no existe, al menos para ti.  A la sazón  pareciera concluyente,  que la realidad no existe si no está siendo observada. Pero la realidad existe independientemente de que la observes o no la conozcas, solo que no está aún en tu conciencia y por eso la ignoras. 

                Y aquí quiero abordar el asunto de la psicopatía y del psicópata. Cuando un profesional de la psicología o de la psiquiatría hace la prognosis de que Junio, Julio o  Agosto es un psicópata o un sociópata  – fíjate que he tomado nombres de meses como si fueran personas - , es porque el experto en la mente humana ha hecho una evaluación diagnóstica de la psicopatía en esos sujetos.  Porque la clínica de los pacientes arrojan muchas de las características de la personalidad psicopática entre las cuales se encuentran: a.- Locuacidad y encanto superficial, b.- Autovaloración exagerada – Arrogancia, c.- Ausencia total de remordimiento o culpa, d.- Manipulación ajena y utilización de la mentira y el engaño como recurso, e.-  Ausencia de empatía en las relaciones interpersonales, f.- promiscuidad sexual, g.-  Problemas de conducta en la infancia, entre otros.

                Es que nadie te había hablado de un psicópata, ni de las conductas psicopáticas y si no conocías a un psicópata, te cuesta comprender como psicopáticas las conductas singularmente llenas de horror y de desprecio hacia sus víctimas, al ataque de su autoestima, signado por las trampas, crueldades, frialdad y comportamientos extrañamente deshumanos de Junio, Julio o Agosto.  Y sobre todo si no las has presenciado, porque el astuto psicópata sabe dónde y con quien exponerse. « Fueron tres años de observación para  arribar a datos fehacientes, le dijo un experto  a sus colegas en el caso de este psicópata narcisista, pero con seis meses hubiera bastado, pues el fulano se sacia y se luce con sus explosiones y descontroles de carácter porque para nada gestiona sus emociones, por el contrario se siente en su salsa, hace gala de su psicopatía como si con ello amedrentara a su  víctima y estaba siendo estudiado. Además de su licantropía». La licantropía es un síndrome delirante especialmente caracterizado por la creencia del paciente de ser un animal salvaje o peligroso.

Entiendo que como adulto, debes ponerte en guardia cuando las conductas de un personaje se desbordan de la normalidad, saliéndose de lo convencional y de los usos sociales, so pretexto de ejercer ciertas categorías sociales. Si no tienes mayores datos para concluir de que Junio, Julio o Agosto son psicópatas porque desconoces «las balizas, las alarmas»  que te alertan de que estos personajes son depredadores sociales, entonces observarás sus conductas como normales y te convences de que es un sujeto que no pasa de ser por lo  menos extravagante pero nada más, cuando la realidad es que vives engañado o engañada. Pero si conoces y sabes de que ciertos y determinados comportamientos ponen al descubierto a alguien con personalidad psicopática, ya esa información está en tu conciencia y no puedes desentenderte siguiéndole el juego a un tipejo con una personalidad descompuesta, alterada, falsa y depredadora. Porque no eres el niño ingenuo e inocente que no se defendía del ataque de sus compañeritos porque no sabía lo que era golpear. A estas alturas sabes quién es el psicópata y sabes que se trata de un delincuente enmascarado, de un camaleónico encubierto e integrado para evitar ser detectado, pero que por sus conductas ha quedado al descubierto.

Las víctimas lo han advertido, señalando a ese de allá  el que sale corriendo como loco , que sale disparado como si lo persiguieran , con un caminar psicopático, que quiere lucirse y resaltar , que se empeña por ir delante liderando como si tuviera prurito. Como puedes enterarte, la gente observadora se da cuenta de que hay conductas anormales en ese señor que pudiera ser tu Jefe.  ¿Pero qué pasa contigo? ¿Te gusta que te sodomicen, que te controlen y te traten como a un lacayo?

                No confundas la maldad con el liderazgo, ser un buen jefe no implica ser un villano y nadie se hace grande haciendo sentir pequeños a los demás. Si el jefe se acostumbra a maltratar el empleado se acostumbra a ser maltratado. Al menos que sea masoquista o tan criminal como el psicópata.

                Ah, pero es que a mí no me ha maltratado expone una de sus monas voladoras, más bien me trata con cortesía. Y yo no creo que sea un psicópata como dicen tan injustamente de él.  Y  he aquí el epílogo del discurso. El psicópata no te ha victimizado con su maldad - eso crees tú - , porque le eres útil en su mundo de criminalidad y la circunstancia por la cual tu no hayas experimentado psicológicamente las formas oscuras de maltrato y dominación del psicópata – que lo dudo -, eso no significa que tu jefe no sea un psicópata. Se trata de un depredador social integrado, escondido en su burbuja narcisista y tú le haces el juego. ¿O es que si a ti no te trata con su psicopatía o por lo menos tú no lo adviertes, entonces el tipejo no es psicópata? Por favor, ese que sale disparado de su oficina como si tuviera prurito es un  perverso histrión. Y no se engaña a quien se sabe engañado. No seas cómplice. ¿O acaso eres Sussana?

 


Profesor Universitario/Abogado/Periodista/Psicólogo/Escritor

crisantogleon@gmail.com