¿QUE ES LA CONCIENCIA?
Crisanto Gregorio León
¿Alguna vez has sentido incomodidad en tu mente y en tu corazón por algo que sabes no ha sido la actuación más correcta de tu parte? Pues bien, esa sensación de intranquilidad es la acción de la conciencia que te está reprochando tu proceder.
Sin embargo, nunca se hace el mal de manera tan plena y alegre que cuando se hace bajo un falso principio de conciencia. Pues tener la convicción de haber actuado de la manera correcta, cuando realmente es injusta y bizarra, ubica a quien así se desenvuelve como alguien con una conciencia alterada.
Cuando la conciencia es estudiada por la psicología, se encuentran perturbaciones realmente graves de personas que haciendo una vida social aparentemente sana, resulta que poseen trastornos morbosos de la personalidad y de cuya afección no se libra ningún tipo de gente, incluso profesionales y que pasan inadvertidos hasta que su propia trampa los delata. Aquí es donde los exámenes psicológicos para el ejercicio de las profesiones deben ser celosamente expedidos, por cuanto bastante se habla de la manera tan cómoda que lo obtienen algunos y ello es particularmente alarmante cuando verbigracia se ponen instrumentos de trabajo que son armas en si mismos o pueden ser usados como tales, en manos de una maníaca o maníaco depresivo, o de un psicópata o una psicópata, o de un delirante o una delirante, o de un paranoico o paranoica. Estos problemas a veces son estados de perturbación mental, en donde entre otras causas, los delirios distorsionan la realidad y por ende la conciencia. De tal forma que una persona con una afección psicológica como un delirio de persecución por ejemplo, tiene una percepción disociada de la realidad.
Otra es la conciencia moral donde entra a jugar papel determinante la ética, en la que las personas actúan de manera diferente según sus principios y de allí que los códigos morales reflejan la personalidad sin abstraernos de lo inmoral y lo amoral. Mientras que en términos filosóficos, es la facultad de decidir según la percepción del bien y del mal.
Las alteraciones de la conciencia, por contraerse a una percepción divorciada de la realidad, configuran la convicción falsa sobre lo que se percibe.
Es allí, donde los familiares y amigos de los afectados o de las afectadas, deben estar alertas para que personas como estas que insertas en la sociedad y con apariencia normal, no cometan actos morbosos producto de su conciencia alterada y en donde por hechos de injusticia los inocentes que desconocían esa situación sean sometidos a sufrir las consecuencias por las manipulaciones de que son objeto por parte de su ser querido, que por sus perturbaciones psicológicas está causando grave daño.
Si sabes que él o ella es fantasioso o fantasiosa de manera morbosa o preocupante, que desde su infancia le gusta falsear la realidad, que hace un uso excesivo de la mentira y del engaño, que sufre de patología histriónica y la usa para sorprender la buena fe de los demás, que se inmuta con rapidez y al instante ríe, o llora, cambiado de estados de ánimo con gran inmediatez, que tiene antecedentes clínicos y que siempre sale con el mismo cuento. ¿Te parece justo – al menos que tu conciencia también esté alterada – que otros tengan que llevar a cuesta la propia injusticia de alguien así?
Abogado
crisantogleon@gmail.com
Crisanto Gregorio León
¿Alguna vez has sentido incomodidad en tu mente y en tu corazón por algo que sabes no ha sido la actuación más correcta de tu parte? Pues bien, esa sensación de intranquilidad es la acción de la conciencia que te está reprochando tu proceder.
Sin embargo, nunca se hace el mal de manera tan plena y alegre que cuando se hace bajo un falso principio de conciencia. Pues tener la convicción de haber actuado de la manera correcta, cuando realmente es injusta y bizarra, ubica a quien así se desenvuelve como alguien con una conciencia alterada.
Cuando la conciencia es estudiada por la psicología, se encuentran perturbaciones realmente graves de personas que haciendo una vida social aparentemente sana, resulta que poseen trastornos morbosos de la personalidad y de cuya afección no se libra ningún tipo de gente, incluso profesionales y que pasan inadvertidos hasta que su propia trampa los delata. Aquí es donde los exámenes psicológicos para el ejercicio de las profesiones deben ser celosamente expedidos, por cuanto bastante se habla de la manera tan cómoda que lo obtienen algunos y ello es particularmente alarmante cuando verbigracia se ponen instrumentos de trabajo que son armas en si mismos o pueden ser usados como tales, en manos de una maníaca o maníaco depresivo, o de un psicópata o una psicópata, o de un delirante o una delirante, o de un paranoico o paranoica. Estos problemas a veces son estados de perturbación mental, en donde entre otras causas, los delirios distorsionan la realidad y por ende la conciencia. De tal forma que una persona con una afección psicológica como un delirio de persecución por ejemplo, tiene una percepción disociada de la realidad.
Otra es la conciencia moral donde entra a jugar papel determinante la ética, en la que las personas actúan de manera diferente según sus principios y de allí que los códigos morales reflejan la personalidad sin abstraernos de lo inmoral y lo amoral. Mientras que en términos filosóficos, es la facultad de decidir según la percepción del bien y del mal.
Las alteraciones de la conciencia, por contraerse a una percepción divorciada de la realidad, configuran la convicción falsa sobre lo que se percibe.
Es allí, donde los familiares y amigos de los afectados o de las afectadas, deben estar alertas para que personas como estas que insertas en la sociedad y con apariencia normal, no cometan actos morbosos producto de su conciencia alterada y en donde por hechos de injusticia los inocentes que desconocían esa situación sean sometidos a sufrir las consecuencias por las manipulaciones de que son objeto por parte de su ser querido, que por sus perturbaciones psicológicas está causando grave daño.
Si sabes que él o ella es fantasioso o fantasiosa de manera morbosa o preocupante, que desde su infancia le gusta falsear la realidad, que hace un uso excesivo de la mentira y del engaño, que sufre de patología histriónica y la usa para sorprender la buena fe de los demás, que se inmuta con rapidez y al instante ríe, o llora, cambiado de estados de ánimo con gran inmediatez, que tiene antecedentes clínicos y que siempre sale con el mismo cuento. ¿Te parece justo – al menos que tu conciencia también esté alterada – que otros tengan que llevar a cuesta la propia injusticia de alguien así?
Abogado
crisantogleon@gmail.com
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