domingo, 14 de octubre de 2007

!TOC TOC TOC!

¡TOC TOC TOC!
Crisanto Gregorio León

Un flagelo delictual te puede atacar mientras tienes las defensas bajas, en el momento en que tu autoestima está poco asentada, aprovechándose de tu necesidad de ser valorado, atendido, querido y tomado en cuenta; creándote un espejismo de amor, entablando contigo una relación formal, vestida de cordialidad y buenos modales, pero que en realidad es vacía, llena de total hipocresía, que persigue tu avasallamiento y dominación, una total sumisión a una organización criminal.
Una vez que han capturado tu atención y han logrado que vayas a su sede, la que te dibujan cual villa hermosa; entonces te sentirás involucrado o involucrada y por miedo a defraudar las expectativas de los demás presentes , bien por temor a no dar "la talla" o a no saber argumentar tu negativa, o por ingenuidad o impresionado o impresionada por el escenario que te exhiben, por los usos, hábitos, cánticos, actos y ceremonias, que envuelvan toda una parafernalia, para doblegar tu voluntad; entonces obtienen de ti un ¡sí! que realmente es un ¡sí! devaluado , pero que ellos se encargarán de reforzar en ti mediante un condicionamiento que seguirá devaluando tu ¡yo! , para insertar en tu cerebro y bajo tu desprevenido aturdimiento los comandos necesarios para controlar tu voluntad.
Estas mañosas herramientas de motivación para obtener tu ¡sí!, cuando en condiciones normales dirías que ¡no!, te irrespetan como persona y como un ser que siente, piensa y tiene su propio criterio. Y desde el momento que mediante un ¡si! te quitaste tu chaleco protector, el sí y la secta confabulan en tu contra para triturar tu personalidad y dinamitar tu autoestima, para que todo tu ser esté sometido a una total disponibilidad al grupo, sumiéndote a una dependencia absoluta a los caprichos de una persona que lejos de estar loca es una delincuente, que mediante premeditación y alevosía, roba tus sueños, tu trabajo, tu dinero y tu futuro, destruye las familias y toda la labor de los padres.
Capaces de burlar la credulidad y despertar el interés y la atención de los creyentes y fieles cristianos, asumen nombres que permiten la inoculación desprevenida de una sarta de mentiras disfrazadas de verdad, para desplegar una actividad que bajo el ropaje de un culto a Dios y a la Virgen, es un culto y la veneración a una persona de carne y hueso, megalómana y presuntuosa, con un ego tan descomunal que se cree un ser elegido.
La realidad a través de toda la historia de la humanidad, es que las sectas o grupos, soterradamente desarrollan una actividad criminosa y lucrativa, aunque en ello vaya la moralidad de sus adeptos victimas. Recuerden aquella secta que se hacía llamar "Los Niños de Dios" y que en realidad envolvía toda una red de prostitución infantil y juvenil, para obtener grandes capitales en beneficio de unos delincuentes. Nadie podría imaginarse que con ese nombre, se dedicaran a tan atroces y destructoras acciones. Con prácticas sexuales "santificadas" y "justificadas" por su fundador y líder del grupo, David Berg quien decía tener un "espíritu ayudador" enviado por Dios para ser su ángel guardián o espíritu guía.
¿No te llama la atención que en tu secta por cierto con un llamativo nombre celestial, la persona líder afirme que es poseída por el mismísimo Cristo?
¡Despierta, y sal de ese soponcio que no te deja ver la realidad!

Abogado
crisantogleon@mail.com

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