CRISTO COMO CARNADA
Crisanto Gregorio León
Consérvense alerta respecto de quienes se jactan de ser seguidores de la fe católica y por el contrario se han constituido en una secta herética, desobediente a los lineamientos de la iglesia, que además se ufana de poseer en su seno a una persona que los guía y ejerce sobre ellos un liderazgo espiritual y por cuya boca según sus miembros habla el propio Cristo, sufre sus estigmas y es la poseedora de la verdad absoluta en materia religiosa. Olvidando que podría tratarse del mismo demonio o de un acto de histrionismo.
Su líder, es una persona sumamente astuta, rechazada del seno de otro grupo religioso por su afán de protagonismo y dominación, que proclama ser el único camino para la salvación de la Iglesia Católica. De tal suerte, que solo se salvarán quienes la obedezcan a ella y a su séquito.
Se trata de farsantes que ya han vivido su vida, tienen su profesión y posición social ya hechas, pero que aburridos por el tedio de su existencia y con un enorme ego difícil de llenar, decidieron juntarse para engañar a incautos y sorprender la buena fe de quienes creen en Dios. Y en ese afán mutilan la vida de personas maleables, ingenuas e inocentes, a quienes se le prohíbe casarse o tener novio o novia o se les alecciona para dejar a sus esposas o esposos cuando no son convenientes en los planes de la secta, o cuando ya han obtenido lo que materialmente querían, o sencillamente se les arrebata la felicidad y la alegría del alma y del rostro, incluso induciéndolas a conductas suicidas.
Cabría preguntarse, ¿cómo han conseguido hacerse de fortunas?, pareciera que han logrado la formula mágica usando a Cristo como carnada.
Su recinto escandalizaría al mismo Francisco de Asís, por el lujo grosero y mayor ostentación. El pavoneo de la persona que los lidera es una afrenta, una blasfemia al propio Cristo, por estarle suplantando y subrogándose a Él.
Son unos sugestionadores de oficio, que se valen de cualquier situación en la vida de quienes a ellos se acercan, para manipularlos, para envolverlos, para controlarles y hacerles unos autómatas, personas sin discernimiento, que solo escuchan a su líder. Su fotografía es preciado tesoro de adoración para quienes pierden el control de su propia voluntad y esta persona va ocupando el espacio de los padres y de la familia y en lugar de adorar a Dios la adoran a ella.
Se trata de truhanes sumamente hábiles con la palabra y con gesto de aparente espiritualidad, que destruyen hogares y personas. Quienes fungen de sacerdotes de esta secta herética, no tienen autoridad alguna por parte de la Iglesia Católica y mucho menos para celebrar la eucaristía.
El mayor artificio de la persona que dirige esta secta herética, es aparentar ser poseída por el mismísimo Jesucristo, quien habla en arameo - lengua por cierto muerta y cuyos traductores son dificilísimos de encontrar - , pero que al terminar tan descomunal esfuerzo físico y espiritual, esta persona no recuerda lo que dijo, sin embargo contradictoriamente son las palabras de Cristo en boca de ella, las que determinan el rumbo y acontecer de la secta.
Se trata de una herejía, que desobediente a los lineamientos de la iglesia católica y apartándose de la esencia de la fe cristiana causan daños profundos a la mente y al bolsillo de quienes logran embaucar.
Crisanto Gregorio León
Consérvense alerta respecto de quienes se jactan de ser seguidores de la fe católica y por el contrario se han constituido en una secta herética, desobediente a los lineamientos de la iglesia, que además se ufana de poseer en su seno a una persona que los guía y ejerce sobre ellos un liderazgo espiritual y por cuya boca según sus miembros habla el propio Cristo, sufre sus estigmas y es la poseedora de la verdad absoluta en materia religiosa. Olvidando que podría tratarse del mismo demonio o de un acto de histrionismo.
Su líder, es una persona sumamente astuta, rechazada del seno de otro grupo religioso por su afán de protagonismo y dominación, que proclama ser el único camino para la salvación de la Iglesia Católica. De tal suerte, que solo se salvarán quienes la obedezcan a ella y a su séquito.
Se trata de farsantes que ya han vivido su vida, tienen su profesión y posición social ya hechas, pero que aburridos por el tedio de su existencia y con un enorme ego difícil de llenar, decidieron juntarse para engañar a incautos y sorprender la buena fe de quienes creen en Dios. Y en ese afán mutilan la vida de personas maleables, ingenuas e inocentes, a quienes se le prohíbe casarse o tener novio o novia o se les alecciona para dejar a sus esposas o esposos cuando no son convenientes en los planes de la secta, o cuando ya han obtenido lo que materialmente querían, o sencillamente se les arrebata la felicidad y la alegría del alma y del rostro, incluso induciéndolas a conductas suicidas.
Cabría preguntarse, ¿cómo han conseguido hacerse de fortunas?, pareciera que han logrado la formula mágica usando a Cristo como carnada.
Su recinto escandalizaría al mismo Francisco de Asís, por el lujo grosero y mayor ostentación. El pavoneo de la persona que los lidera es una afrenta, una blasfemia al propio Cristo, por estarle suplantando y subrogándose a Él.
Son unos sugestionadores de oficio, que se valen de cualquier situación en la vida de quienes a ellos se acercan, para manipularlos, para envolverlos, para controlarles y hacerles unos autómatas, personas sin discernimiento, que solo escuchan a su líder. Su fotografía es preciado tesoro de adoración para quienes pierden el control de su propia voluntad y esta persona va ocupando el espacio de los padres y de la familia y en lugar de adorar a Dios la adoran a ella.
Se trata de truhanes sumamente hábiles con la palabra y con gesto de aparente espiritualidad, que destruyen hogares y personas. Quienes fungen de sacerdotes de esta secta herética, no tienen autoridad alguna por parte de la Iglesia Católica y mucho menos para celebrar la eucaristía.
El mayor artificio de la persona que dirige esta secta herética, es aparentar ser poseída por el mismísimo Jesucristo, quien habla en arameo - lengua por cierto muerta y cuyos traductores son dificilísimos de encontrar - , pero que al terminar tan descomunal esfuerzo físico y espiritual, esta persona no recuerda lo que dijo, sin embargo contradictoriamente son las palabras de Cristo en boca de ella, las que determinan el rumbo y acontecer de la secta.
Se trata de una herejía, que desobediente a los lineamientos de la iglesia católica y apartándose de la esencia de la fe cristiana causan daños profundos a la mente y al bolsillo de quienes logran embaucar.
Abogado
crisantogleon@gmail.com
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