¡NO TE DEJES ESTAFAR!
Crisanto Gregorio León
No es divina la voluntad de una secta, sino maligna. ¡Cuídate!, las sectas no buscan justamente analfabetos y tontos. Todo lo contrario, necesitan contar con los mejores elementos humanos, como cualquier organización, asociación o empresa que quiera crecer, extenderse y hacerse más importante.
Todos corremos el riesgo y estamos en peligro de ser victimas. Si nos atrapan en el momento psicológico oportuno y con las técnicas de captación en las que son maestros indiscutibles. Por tanto las victimas no son personas enfermas sino gente que está pasando por una mala racha.
Si te encuentras deprimido por problemas de familia, estudios, trabajo, etc. Eres presa fácil. Sólo un pequeño porcentaje de personas busca una nueva opción religiosa. Las demás buscan afecto, cariño, sentirse importantes, seguridad, amistad, comprensión, valores, etc.
Cualquier persona puede ser victima de la sectas, especialmente, los jóvenes de 14 a 20 años, sobre todo si están pasando una mala racha. Creen que las sectas les resolverán muchos deseos y se sienten importantes en un mundo que no cuenta con ellos y no les ofrece futuro. También las mujeres casadas entre los 35 y 50 años, cuando el matrimonio lleva unos cuantos años, los hijos se hacen mayores y comienzan a salir de casa, el marido sigue su vida de siempre, la mujer se siente sola, vacía y está harta de estar encerrada en casa y desea salir, conocer gente y nuevos ambientes, justo en esos momentos difíciles actúan las sectas dándole la única salida para sentirse a gusto. Normalmente el marido al principio se queda contento porque así le deja en paz y ella está entretenida. Situación que dura hasta que aparece la primera factura o falta dinero en el banco. Entonces vienen las discusiones que más tarde desembocarán en el divorcio. La secta evidentemente intenta obtener la mitad del patrimonio familiar y si puede también los hijos, para convertirlos en nuevas victimas-adeptos, y los ancianos que se sienten solos y se quejan de que nadie les hace caso, y de repente aparece gente que los toman en cuenta, escuchan sus historias, les rodean de amor y de cariño, mientras los embaucan para que les entreguen sus pensiones, les dejen en sus testamentos los bienes que acumularon durante toda su vida.
Las sectas más peligrosas y con mayor organización se constituyen y registran como "asociaciones civiles sin fines de lucro o con fines religiosos", cuando su finalidad precisamente es el ánimo de lucro y un fin maligno. Un ánimo de lucro grosero, extremo y criminal y una perversa voluntad. Y son peligrosas porqué está en juego la dignidad, la libertad, la integridad, los derechos fundamentales y en algunas personas peligra la vida misma.
La persona humana necesita de la religión. La religión es precisamente eso: el esfuerzo que hace el hombre por encontrar el sentido de su vida en Dios. Las personas necesitan de la religión y es que ya lo dijo el evangelista Mateo en Mt 4,4, "No sólo de pan vive el hombre". No solo de dinero, fama, bienestar y consumo viven las personas sino también necesitan de Dios, aunque no lo quieran reconocer y tarden en darse cuenta.
De esta necesidad de Dios, es que se aprovechan las sectas para llevar a cabo sus actos delictuales, embaucando, desplumando, destruyendo la mente y la felicidad de las personas, sustituyendo a su familia biológica, por una familia postiza que mantiene esclavizadas a las victimas de los caprichos de quien lidera la secta y dice ser Cristo violando las leyes de los hombres y las leyes de Dios.
¿Por qué la persona líder-delincuente que dice ser Cristo reencarnado, no se inmola y resucita al tercer día para demostrar que no es una estafa? Claro, porque no es ¡tonta!
Abogado
crisantogleon@gmail.com
Crisanto Gregorio León
No es divina la voluntad de una secta, sino maligna. ¡Cuídate!, las sectas no buscan justamente analfabetos y tontos. Todo lo contrario, necesitan contar con los mejores elementos humanos, como cualquier organización, asociación o empresa que quiera crecer, extenderse y hacerse más importante.
Todos corremos el riesgo y estamos en peligro de ser victimas. Si nos atrapan en el momento psicológico oportuno y con las técnicas de captación en las que son maestros indiscutibles. Por tanto las victimas no son personas enfermas sino gente que está pasando por una mala racha.
Si te encuentras deprimido por problemas de familia, estudios, trabajo, etc. Eres presa fácil. Sólo un pequeño porcentaje de personas busca una nueva opción religiosa. Las demás buscan afecto, cariño, sentirse importantes, seguridad, amistad, comprensión, valores, etc.
Cualquier persona puede ser victima de la sectas, especialmente, los jóvenes de 14 a 20 años, sobre todo si están pasando una mala racha. Creen que las sectas les resolverán muchos deseos y se sienten importantes en un mundo que no cuenta con ellos y no les ofrece futuro. También las mujeres casadas entre los 35 y 50 años, cuando el matrimonio lleva unos cuantos años, los hijos se hacen mayores y comienzan a salir de casa, el marido sigue su vida de siempre, la mujer se siente sola, vacía y está harta de estar encerrada en casa y desea salir, conocer gente y nuevos ambientes, justo en esos momentos difíciles actúan las sectas dándole la única salida para sentirse a gusto. Normalmente el marido al principio se queda contento porque así le deja en paz y ella está entretenida. Situación que dura hasta que aparece la primera factura o falta dinero en el banco. Entonces vienen las discusiones que más tarde desembocarán en el divorcio. La secta evidentemente intenta obtener la mitad del patrimonio familiar y si puede también los hijos, para convertirlos en nuevas victimas-adeptos, y los ancianos que se sienten solos y se quejan de que nadie les hace caso, y de repente aparece gente que los toman en cuenta, escuchan sus historias, les rodean de amor y de cariño, mientras los embaucan para que les entreguen sus pensiones, les dejen en sus testamentos los bienes que acumularon durante toda su vida.
Las sectas más peligrosas y con mayor organización se constituyen y registran como "asociaciones civiles sin fines de lucro o con fines religiosos", cuando su finalidad precisamente es el ánimo de lucro y un fin maligno. Un ánimo de lucro grosero, extremo y criminal y una perversa voluntad. Y son peligrosas porqué está en juego la dignidad, la libertad, la integridad, los derechos fundamentales y en algunas personas peligra la vida misma.
La persona humana necesita de la religión. La religión es precisamente eso: el esfuerzo que hace el hombre por encontrar el sentido de su vida en Dios. Las personas necesitan de la religión y es que ya lo dijo el evangelista Mateo en Mt 4,4, "No sólo de pan vive el hombre". No solo de dinero, fama, bienestar y consumo viven las personas sino también necesitan de Dios, aunque no lo quieran reconocer y tarden en darse cuenta.
De esta necesidad de Dios, es que se aprovechan las sectas para llevar a cabo sus actos delictuales, embaucando, desplumando, destruyendo la mente y la felicidad de las personas, sustituyendo a su familia biológica, por una familia postiza que mantiene esclavizadas a las victimas de los caprichos de quien lidera la secta y dice ser Cristo violando las leyes de los hombres y las leyes de Dios.
¿Por qué la persona líder-delincuente que dice ser Cristo reencarnado, no se inmola y resucita al tercer día para demostrar que no es una estafa? Claro, porque no es ¡tonta!
Abogado
crisantogleon@gmail.com
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