domingo, 14 de octubre de 2007

CASAS DE DESTRUCCIÓN FAMILIAR

CASAS DE DESTRUCCIÓN FAMILIAR
Crisanto Gregorio León

Las sectas sólo muestran lo que les conviene, pero tienen mucho que esconder, no solo respecto de los procesos de programación y adoctrinamiento, sino también sobre las aberraciones que hacen en sus propias casas, por lo que para evitar asaltos sorpresivos construyen verdaderas fortificaciones a manera de bunkers.
Las sectas quieren dinero, el cual deben lograr a toda costa y en ello va la destrucción de las familias, mediante la inculcación de frases como "cierra la mente y abre el corazón". Una secta destructiva es una organización totalitaria y dictatorial en la que pulverizan la personalidad mediante técnicas de adoctrinamiento que despersonalizan al adepto-victima para conseguir su total sometimiento al líder o a la líder. No se acomodan a la sociedad. Poseen una especial preocupación por resaltar sus señas de identidad y hay una serie de ideas de las que nadie puede discrepar. Se oponen a la Iglesia tradicionalmente institucionalizada, se sienten elegidos y tienden a huir del mundo. Atentan directamente contra los derechos fundamentales y cuyos únicos fines son el lucro, el dinero y la despersonalización de los adeptos-victimas.
En las sectas se procura eliminar cualquier recuerdo de la vida anterior. Dentro del proceso de adoctrinamiento tiene una gran importancia el debilitamiento físico del organismo. Esto se consigue con un descanso insuficiente, se duerme pocas horas y en situaciones incómodas. La actividad es frenética. Se trata por todos los medios de estresar al adepto-victima. A mayor estrés, menor control de la propia mente y mayor control por parte del líder o de la líder de la secta.
La mala dieta también colabora en el debilitamiento. Hay una escasez de proteínas y superabundancia de alimentos energéticos.
El adepto-victima es obligado a realizar rezos y constante recital de frases, salmos o cánticos que, repetidos miles de veces hacen que las palabras pierdan incluso su significado.
Los mensajes son de odio al mundo y la necesidad de aislarse totalmente. Le martillean el cerebro con mensajes de este tipo para causarle un gran sentido de culpabilidad. Practican descaradamente todas estas técnicas del lavado de cerebro, el fanatismo, y la programación mental. EL líder o la líder de la secta, consciente de que el miedo es eficacísimo para manipular a las personas, somete a sus adeptos –victimas a toda clase de persecuciones y ataques psicológicos, incluso les siembran en su cerebro las condiciones necesarias para inducirlos al suicidio, cuando se vuelven un peligro para la secta.
Programan a su victimas para que detesten a este mundo y se separen de él y anuncian su fin. Además será Dios quien lo destruya y traerá uno distinto. Mientras el o la líder junto a sus socios gozan, y disfrutan de las cosas del mundo especialmente del dinero que estafan a las familias y a todo el que incautamente caiga en su manipulación psicológica. Manifiestan una rebelión contra la Iglesia y sus Jerarquía. Su Dios es un Dios vengador y viven bajo constantes amenazas de males que se ciernen sobre ellos si no siguen estrictamente las normas de conducta de la secta. Consideran al mundo como malo y ellos son los únicos que lo pueden mejorar basándose en poderes y saberes que el o la líder recibe directamente del mismísimo Cristo, que por añadidura es la persona que los lidera y que cada día está más gorda en sus finanzas. Y a diferencia de los Santos, no vive precisamente en austeridad.

Abogado
crisantogleon@gmail.com

No hay comentarios: