¿Sectas o Movimientos Religiosos?
Crisanto Gregorio León
Existen sectas, que se constituyen bajo denominaciones divinas, utilizando calificativos que atraen a los fieles católicos o a cualquier desprevenido. De tal modo que por la utilización de nombres que mal podrían evidenciar un culto satánico, el uso de drogas, sexo, armas; logran embaucar a gente sin malicia, ingenuas e inocentes y a mucha gente preparada que inexplicablemente se deja seducir por estos patrañeros; porque no olvidemos que al mejor cazador se le va la liebre.
Recuerden que el mes de noviembre de 1978 las autoridades de Ucrania impidieron el suicidio colectivo de los seguidores de Marina Tsvygun quien afirmaba ser la reencarnación de Cristo.
¿Podría la sociedad venezolana en cualquiera de sus estados o municipios, estar en peligro moral, psicológico, espiritual y material, por delincuentes que como Marina Tsvygun, son capaces de manipular o seguir manipulando a nuestros seres queridos?
Cautela con personas que haciéndose pasar por mansas palomas, engañan a quienes creen en Dios, sugestionándolas de tal forma que las llevan al extremo de la negación patológica del yo, para adorar, venerar y rendirle pleitesía a alguien que como en el caso de Marina Tsvygun, decía que por su boca hablaba el propio Cristo y sufría sus estigmas.
Tenemos el asunto de las sectas heréticas, camufladas como movimientos religiosos católicos o cristianos, que embaucan a la gente con la misma Biblia o con escritos que si bien tienen el visto bueno de la iglesia católica, no así la manera de interpretarlos , por la que causan graves daños a la mente de la familia o alguno de sus miembros.
La carnada pues, es el nombre de Jesús y el uso inicial y muy breve de la Biblia, mientras paulatinamente son penetrados por textos que tuvieron o tienen un propósito religioso sano, pero que los interpretan y hacen interpretar de un modo abusivo y maléfico para la personalidad de quienes desprevenidamente han sido presa fácil de estos farsantes.
Estas sectas utilizan signos que aparentan ser de Dios, pero que en realidad no lo son, por lo que hay que dudar de su procedencia divina y es que nos corresponde advertir a las almas del peligro en que se encuentran de una ilusión psicológica o hasta diabólica de tal forma que pueden llegar a convertirse en un juguete del demonio, o de personas astutas muy bien disfrazadas que constituidos en un grupo de desalmados les quiten la ilusión , la alegría , el dinero, la inocencia, llegándolos a dominar de tal forma que los hagan dependientes de ellos y de los brebajes y hasta narcóticos que les puedan hacer ingerir.
Hoy por hoy, la violación, el abuso sexual de menores, el daño patrimonial a través del fraude organizado y el inducir distintas enfermedades mentales son las secuelas más comunes que día tras día dejan cientos de grupos seudo religiosos que forman parte de una nueva patología social.
Sectas con cobardes delincuentes que se escudan diciendo que son Cristo y que afirman poseer flagelaciones invisibles, mientras destruyen la vida de gente inocente.
Abogado
Crisanto Gregorio León
Existen sectas, que se constituyen bajo denominaciones divinas, utilizando calificativos que atraen a los fieles católicos o a cualquier desprevenido. De tal modo que por la utilización de nombres que mal podrían evidenciar un culto satánico, el uso de drogas, sexo, armas; logran embaucar a gente sin malicia, ingenuas e inocentes y a mucha gente preparada que inexplicablemente se deja seducir por estos patrañeros; porque no olvidemos que al mejor cazador se le va la liebre.
Recuerden que el mes de noviembre de 1978 las autoridades de Ucrania impidieron el suicidio colectivo de los seguidores de Marina Tsvygun quien afirmaba ser la reencarnación de Cristo.
¿Podría la sociedad venezolana en cualquiera de sus estados o municipios, estar en peligro moral, psicológico, espiritual y material, por delincuentes que como Marina Tsvygun, son capaces de manipular o seguir manipulando a nuestros seres queridos?
Cautela con personas que haciéndose pasar por mansas palomas, engañan a quienes creen en Dios, sugestionándolas de tal forma que las llevan al extremo de la negación patológica del yo, para adorar, venerar y rendirle pleitesía a alguien que como en el caso de Marina Tsvygun, decía que por su boca hablaba el propio Cristo y sufría sus estigmas.
Tenemos el asunto de las sectas heréticas, camufladas como movimientos religiosos católicos o cristianos, que embaucan a la gente con la misma Biblia o con escritos que si bien tienen el visto bueno de la iglesia católica, no así la manera de interpretarlos , por la que causan graves daños a la mente de la familia o alguno de sus miembros.
La carnada pues, es el nombre de Jesús y el uso inicial y muy breve de la Biblia, mientras paulatinamente son penetrados por textos que tuvieron o tienen un propósito religioso sano, pero que los interpretan y hacen interpretar de un modo abusivo y maléfico para la personalidad de quienes desprevenidamente han sido presa fácil de estos farsantes.
Estas sectas utilizan signos que aparentan ser de Dios, pero que en realidad no lo son, por lo que hay que dudar de su procedencia divina y es que nos corresponde advertir a las almas del peligro en que se encuentran de una ilusión psicológica o hasta diabólica de tal forma que pueden llegar a convertirse en un juguete del demonio, o de personas astutas muy bien disfrazadas que constituidos en un grupo de desalmados les quiten la ilusión , la alegría , el dinero, la inocencia, llegándolos a dominar de tal forma que los hagan dependientes de ellos y de los brebajes y hasta narcóticos que les puedan hacer ingerir.
Hoy por hoy, la violación, el abuso sexual de menores, el daño patrimonial a través del fraude organizado y el inducir distintas enfermedades mentales son las secuelas más comunes que día tras día dejan cientos de grupos seudo religiosos que forman parte de una nueva patología social.
Sectas con cobardes delincuentes que se escudan diciendo que son Cristo y que afirman poseer flagelaciones invisibles, mientras destruyen la vida de gente inocente.
Abogado
crisantogleon@gmail.com
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