sábado, 3 de diciembre de 2011

Desiderata
Max Ehrmann. 1927


Camina plácido entre el ruido y la prisa, y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte mantén buenas relaciones con todas las personas y enuncia tu verdad de una manera serena y clara; escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; que ellos tienen su propia historia.
Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el espíritu, Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado; pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes. Mantén interés en tu propia carrera, por humilde que sea; que ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos, se cauto en tus negocios; pues el mundo está lleno de engaños; pero no dejes que esto te vuelvas ciego para la virtud que existe; mucha gente se esfuerza por alcanzar nobles ideales; la vida está llena de heroísmo, se sincero contigo mismo y en Especial, no finjas el afecto y no seas cínico en el amor; pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaires las cosas de juventud. Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja de las adversidades repentinas.
Pero no te angusties con fantasmas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto a una sana disciplina, se benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, no menos que las plantas y las estrellas; y tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, el universo marcha como debiera.
Por eso, debes estar en paz con Dios, cualquiera sea tu idea de Él y cualesquiera sean tus trabajos y aspiraciones, mantén la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida, que aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Se cauto. Esfuérzate por ser feliz.

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