Que
señor tan feo es César…
Crisanto
Gregorio León
No calificaba la apostura física
de un hombre, se refería una docente a
la personalidad de César, el Director de aquella escuela granja donde fungí
en los ochenta como subdirector.
Ella , aquella dama tan preparada,
tan llena de virtudes morales y espirituales, temblando, llorando, invadida de
miedo y de impotencia, me dijo, « ese señor si es feo», ese señor es malo, me llama, me
grita me amenaza, me minimiza para manipularme, es capaz de hacerme cualquier
daño y a mis hijos, todo porque no he sucumbido a sus prácticas aberrantes y de
corrupción y porque lo he denunciado, pero quien lo protege no sabe que « ese
señor » tiene un alma demoníaca, que está enconchado en la institución, que es
un delincuente y desprestigia toda divisa , lo que toca lo deshonra.
Me amenaza con violencias y con
desarraigo. Parece un tratante de blancas, no saben de las perversidades e
inmoralidades que es capaz de hacer.
Que
descripción tan espeluznante, es como estar gozando de las riquezas mal habidas
en el desempeño de actividades impúdicas pero desentendiéndose de que tendrás
que dar cuentas al hacedor del universo y como recompensa obtienes el infierno y no para
un «Full Day, sino como inmigrante». Porque
nadie se burla de Dios.
Que
decepcionante debe ser para un ser humano, que sus congéneres y compañeros
honestos y con criterio le califiquen de fea su alma, su estampa, y reputen de
fea su figura y su fondo. Bueno, en caso de que tenga conciencia. Ya dijo Víctor
Hugo el autor de los miserables «que la conciencia es la presencia de Dios en
el hombre» y quien no tiene a Dios tiene al Diablo. Craso error cuando el hombre se olvida de su
alma y desatiende su relación con Dios, violando todos los mandamientos e
incluso haciendo mártires. Porque Dios te juzgará por el daño que haces a tu prójimo,
a sus hijos, a los hijos de Dios.
Y
como ya nadie recuerda los mandamientos de la ley de Dios, los evoco aquí. Fíjate
cuales violas recurrentemente: 1º Amarás a Dios sobre todas las cosas. 2º No
tomarás el Nombre de Dios en vano. 3º Santificarás las fiestas. 4º Honrarás a
tu padre y a tu madre. 5º No matarás. 6º No cometerás actos impuros. 7º No
robarás. 8º No dirás falso testimonio ni mentirás. 9º No consentirás pensamientos
ni deseos impuros. 10º No codiciarás los bienes ajenos.
Cómo
puede un hombre pavonearse sabiendo que todos lo han descubierto porque su pérfida
personalidad ha quedado al desnudo con sus actuaciones delincuenciales. Que a
quien se le ha dado la confianza para dirigir una institución , la ultraje , como
el padre que viola a sus hijas. Y que pretende
tapar el sol con un dedo, o con doce dedos, porque son doce sus cómplices.
Para una persona con principios
éticos y de familia es deshonroso, que lo perciban como alguien a quien hay que
temerle por su vileza, pero es que un buen padre de familia y un buen ciudadano
no hace cosas deshonrosas, es una antinomia, un contrasentido, una antítesis,
un anti líder.
Que
feo es que te perciban feo por tu doblez, porque tienes una fea personalidad,
aunque te miren bonito por desconfianza a tu ruindad y que bonito saber que cuando
menosprecias a quienes no son como tú, los haces confiables a la mirada de Dios
el altísimo. Que grande purga espiritual que no me permitas compararme contigo,
dice el siervo de Dios, al hombre malvado.
¿Conoces
a alguien como César? Recuerda que es un nombre de ficción para proteger a los inocentes
y que cualquier parecido con alguna realidad es pura coincidencia.
Profesor
Universitario/Abogado/Periodista/ Escritor
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