Dr. Crisanto Gregorio León
A
manera de introito, recapitulemos sobre lo que sabemos de este Coronel felón,
de quien hemos venido describiendo los trastornos de su personalidad como
son la psicopatía y el narcisismo, que por añadidura es voyerista y licántropo.
Quien además por sus infames vicios, fue puesto en situación de
retiro, lo que a muchos ha parecido un regalo, pues debió ser destituido
y/o expulsado; pero alégrese la sociedad empática; precedentemente, hubo
conciencia institucional y le impidieron graduarse de General. Su
historial personal y las hojas de calificación de servicio están manchados. En
su curso todos los oficiales son rectos, probos, decentes y honorables. Pero a
él se le comprobó su personalidad engañosa y abusiva, murmurador, de
reprochables procederes, que siempre deshonra la verdad. Porque es
muy evidente su relajada conducta y esa mala reputación podría salpicar a
todo su curso y eso no es justo, entonces no se le ascendió, no se le promovió
de grado o jerarquía porque del resultado de un proceso transparente y objetivo
de la evaluación integral continua y permanente los deméritos superan
exponencialmente los méritos.
Para
mal y en ningún modo para bien porque la corrompe, toma la institución o la
empresa que gerencia como si fuera comarca de su exclusiva propiedad y asume
que los trabajadores son sus esclavos, nada más le falta mearlos para
delimitar territorio. Y no es el sentido de pertenencia llano, sano y normal al
que se propugna, no, este tipejo está firmemente convencido de que la
institución es suya, de su propiedad pero no la cuida, sino que la saquea
y delinque de ella y de su nombre y de su giro, la desprestigia y tiene sus monos
voladores que lo ayudan en esa perversión.
Luego
de habernos retrotraído, atendamos el lado licántropo de este Coronel psicópata
narcisista. Donde el cinismo lo caracteriza y no en balde la
etimología de la palabra «cínico» del griego kïon, kynós 'perro'. Su
conducta es la de un perro, pero no la de un perro doméstico y sano, sino la de
un perro enfermo. Su cerebro es el depósito de muchas aberraciones.
La
licantropía clínica está descrita como una rara condición psiquiátrica en la
que el paciente cree que es posible su transformación en un animal. Tal cual el
Coronel psicópata narcisista.
No
nos parece casual, en este caso, por su retorcido cerebro y dadas las
deformadas y perversas conductas de este Coronel psicópata narcisista, que cual
depredador social, se empeñe en hacerse ver también como un depredador salvaje
y en atacar a sus víctimas pelando o enseñándoles los dientes a la vez que
muestra su salivación, tal cual un perro enfermo o un lobo llenos de
furia con mal de rabia.
Es
una conducta reiterada en este rufián y son muchas las deposiciones donde los
perjudicados afirman que en efecto éste psicópata narcisista
pretende impresionar y amenazar a sus víctimas con lo que ellos describen
como una caracterización de un perro rabioso atacando. Muestra
sus dientes, salpica con su saliva y enseña su rabia facial.
Además que torna sus manos como si fueran garras.
Han
sido tantas las personas maltratadas a lo largo de su indigna y sucia
carrera, pero por lo menos 160 personas víctimas con sus declaraciones
demostraron la veracidad de sus dichos, en las que a unas las atacó de frente
como un perro con mal de rabia en una furia desenfrenada y a otros los acechó e
intimidó sorpresivamente por las espaldas; pero en todos los casos
infundiéndoles miedo al corazón y a la mente, causándoles un pánico
irracional. Hay una clara violación de los derechos humanos.
Pero
esta falta de respeto y de perseguir disminuir al otro o a su víctima, al
quererlos amedrentar mostrándose como un animal salvaje al ataque ,
es psiquiátricamente de alto peligro; son perturbaciones cerebrales; son
más que las expresiones faciales de ira en la comunicación no verbal;
evolutivamente está concebida para preparar el ataque y este coronel
psicópata narcisista está acostumbrado a disfrazar de procederes militares las
características de su personalidad que ameritan más atención psiquiátrica que
psicológica.
No
es correcto que la gente empática crea y piense que como es militar está acostumbrado
a tratar mal a las personas, cuando su maltrato a las víctimas obedece a otros
intríngulis. Lo que sucede es que el sujeto es dañado, nació así lleno de
maldad, sus perturbaciones son genéticas. Y cuando se siente descubierto
en sus criminalidades, entonces reacciona irracionalmente para ahuyentar a los
observadores, a los testigos y a los críticos.
El pánico de ser
puesto en evidencia y hecho preso, lo desesperan, se siente atrapado y salta a
resguardar su cubil del perro y su burbuja narcisista. Aunque cuando le
negaron el ascenso a General por criminal , patéticamente lloró y suplicó que
por lo menos no lo expulsaran sino que lo colocaran en situación de retiro.
Fíjense cómo todo se va revelando….
Profesor
Universitario/Abogado/Periodista/Psicólogo/Escritor
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