martes, 11 de diciembre de 2007

PORQUE ME LLAMO LEÓN

PORQUE ME LLAMO LEÓN
Crisanto Gregorio León

Porque me llamo León, es una frase que pronuncia un León en una Fábula del Latino Fedro, con el fin de justificar el por qué este animal debía adjudicarse la mayor parte de un botín.
Comúnmente la expresión se usa para poner en evidencia a quienes abusan de su poder. Y es que pareciera que la persuasión a través de la palabra moderada , educada y culta cada día estuviera cayendo en desuso , para imponerse una grosera forma de proceder, en el que los valores son invertidos y hasta la más humilde de las personas , al sentirse circunstancialmente con un ínfimo poder , experimenta una trasformación a manera de metamorfosis y empieza a comportarse de la manera y forma que siempre criticó y que paradójicamente juró nunca proceder .
El ser humano clama ser tratado humanamente, pero muchos al obtener posicionarse en la vida en algún status desde el cual pueden demostrar su humanidad, entonces deshumanizan su proceder y se vuelven verdaderos déspotas con sus congéneres.
Cuando el hombre y la mujer no manejan el poder y permiten que sea el poder quien los maneje a ellos, entonces se obnubila el pensamiento y se ensoberbece el corazón y aquella latitudinaria visión que se tenía de los derechos de los demás en protección de los propios, se convierte en una mezquina y pigmea manera de ver a sus semejantes.
Con la fortaleza que da una posición de poder , es fácil y hasta cómodo , desconocer los derechos de los demás y en un exabrupto de poder , al abusador no le pasa por la mente ni siquiera por una fracción de segundos , que llegará el momento en que los papeles han de invertirse y allí entonces quien no fue capaz de tratar al otro como igual , sentirá que está siendo tratado injustamente , pero nunca cavilará sobre la propia actuación cuando habiendo tenido la oportunidad de ser humanitario se convirtió en un azote de sus hermanos .
Desde un portero hasta un “importante” gerente, se ven trasformados cuando se dejan embriagar por el poder. Al lado de la conocida frase dale poder a un hombre y conocerás su verdadero carácter, debemos añadir, dale poder a un hombre conocerás su verdadero corazón.
El poder debe concebirse para el servicio de los hombres y no para que los hombres sean sirvientes del poder. El poder mal dimensionado, corroe el espíritu, devasta las amistades, aniquila la bondad, llevando a quienes abusan del poder argumentar no convenir pararse en sensiblerías, cuando para justificar sus actuaciones deben incluso pisotear al propio hermano si ello es necesario.
A diferencia del león de la fábula, los humanos somos seres reflexivos y nunca es tarde para humanizarse.

Abogado
crisantogleon@gmail.com

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