Remóntate
y conócete
Crisanto
Gregorio León
Hay
una pregunta que tal vez jamás te hayas formulado en la dimensión de algunos
parámetros y tiene que ver con tu personalidad. Tus gustos, aficiones,
defectos, talentos, el modo de abordar la vida , la capacidad para asgar el
futuro y los sueños ; tu percepción del mundo, de la existencia, la empatía o antipatía
con la que acoges o rechazas personas, situaciones o cosas ; toda esa gama de
complejidades que estructuran nuestro ser y nuestra imagen.
Esa
interrogante cuya respuesta te hace entenderte, comprenderte y “conocerte” en
función de discernir objetivamente las características
externas y las peculiaridades de tu comportamiento, por qué eres quien eres y
la razón de por qué eres como eres. Identificarás en ello el origen de tu
serenidad y armonía o tu estampa escandalosa o bullanguera.
Una
vez que te remontas y empiezas a distinguir las cualidades o los defectos de
tus raíces, de tu árbol genealógico o de los sucesos que marcaron para bien o
para mal tu vida, entonces no solo satisfarás el por qué de tu yo interior, más
allá de tu genotipo y sino más bien de
tu fenotipo.
¿Quien
de tu árbol genealógico se comportaba o se comporta como tú lo haces? No sólo
en virtudes sino en defectos. A quien te pareces de aquellos de los que te
originas inmediatamente o remotamente. Si la vida te ha sido como barco de velas con viento a favor o por el
contrario te ha quebrado y has tenido que construirte o reconstruirte,
forjándote a puro espíritu con la fuerza que no sabes de donde proviene pero
cuyo ímpetu lo reconoces en alguien de tus ancestros. O por el contrario eres
único o única pero con peculiaridades tales que en ese recorrido hacia al
pasado para ubicar el legado en tu
personalidad lo ignorabas en alguien que muy atrás aportó de sí en tu historia
de vida.
Al
lograr identificar el origen de tu legado, entonces te darás cuenta de por qué
eres como eres, la razón de quien eres y como te gustaría continuar siéndolo o
si habida cuenta de tu recorrido errático prefieres cambiar dándole un vuelco a
todo y sanar, para emprender un nuevo recorrido con gracia, virtud y talento. O
al plantearte y reconocer de que estás hecho o hecha, sientes plena
satisfacción y en ello te enorgulleces de lo que eres y de quien eres.
De
tal suerte que en este recorrido hacia el pasado te has remontado y te has
conocido. Tomando lo mejor y lo virtuoso; desechando y trabajando para evitar
lo que viniendo de tu esencia no es bueno y te hace daño porque afecta tu
personalidad y tú alma.
Profesor Universitario
No hay comentarios:
Publicar un comentario