Autenticidad
Crisanto Gregorio León
Son las conductas positivas en los seres humanos, las que conllevan a señalar a alguien de autentico o auténtica.
Cuando se exhiben comportamientos o pareceres llenos de despropósitos, la autenticidad que se empuña no es tal, porque no hay verdad virtuosa en el proceder.
Ser auténtico, no significa verbigracia, ser un auténtico impúdico verbal, o un indiscreto escucha. El concepto de autenticidad involucra ser fiel a cánones de ética, moralidad y decencia. Tener congruencia con lo que se predica y con lo que se hace cuando la autenticidad es el salvoconducto para obtener la gracia de Dios y de la gente.
Erradamente la autenticidad podría adjetivar a una persona desvergonzada, pues la desfachatez no ha de ser sinónimo de integridad sino de impureza.
Al decir de él o de ella que son auténticos, queremos significar que efectivamente no aparentan un desempeño como mejores seres humanos, sino que llevan a cabo su proyecto vital con pureza y diafanidad, a tal punto de ser dignos de emular.
En el momento que las personas se refieren a otras como autenticas, hacen alusión a que no son falsas, al asumir las posturas generalmente aceptadas como buenas y correctas, para infiltrarse, sino que realmente son así; probadas como excelentes seres humanos o atendiendo a lo espiritual , luchando cada día para tener una sensibilidad más evolucionada .
Según Ortega y Gasset el ser humano va siendo y dejando de ser a la vez. La vida humana va adquiriendo diversos grados de ser. Cuando el hombre o la mujer ponen en marcha su voluntad para llevar a cabo su proyecto vital, entonces decimos que es auténtico. La autenticidad consiste en aprovechar y convertir lo que nos limita en posibilidad con el fin de llegar a ser lo que debemos ser.
Y entonces, ¿que debemos ser?
En una palabra según Baltasar Gracian, debemos ser virtuosos, pues lo resume todo. La virtud hace al hombre digno de ser amado, cuando vive y memorable una vez muerto.
Abogado
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