Dr. Crisanto Gregorio León
Ningún vencido tiene justicia si lo ha de juzgar su vencedor. Francisco
de Quevedo
¿Justificas al impío y condenas al justo?
El hombre no temeroso de Dios, aun sabiendo toda la injusticia que se está
cometiendo, prefiere decir, que no tenía conocimiento, que no sabía nada
de lo que estaba pasando y en ese escudo de engaño al argüir que no sabía
nada, e igual nada hace para arreglar las cosas e igual no toma las medidas justas
y con su desentendimiento consciente mantiene y fortalece la injusticia.
Pero Dios lo está observando.
Hazme justicia, oh Dios, y defiende mi causa…; líbrame del
hombre engañoso e injusto. Salmos 43:1. La justicia de un hombre justo y
la justicia de un hombre injusto se recrean en la ética de sus intenciones.
Cuando un hombre injusto hace una justicia justa, con esa
justicia justa está buscando beneficios injustos e inmerecidos, porque las
maquinaciones de un hombre injusto no son limpias, no son puras ni son justas,
porque son injusticias.
Luego de poner las cosas en manos de Dios, el hombre
justo, sintió en su mente y en su corazón que debía hablar con quien tiene
ascendencia sobre el hombre injusto ya que el hombre injusto se mantenía en su
injusticia y respondía con injusticias y situaciones injustas para perjudicar
al hombre justo quien acudía buscando justicia ante un hombre que
aparentaba ser justo , pero era injusto y su justicia era injusta, porque
no era justicia sino retaliación hacia el hombre justo que le hablaba con
verdad.
Sabiendo que para Dios es una delicia, cuando el hombre
hace de su justicia la justicia de Dios y no la justicia de un hombre injusto,
porque Justo es el hombre que basa sus decisiones en oración con Dios y
no en entrega a sus instintos injustos. El hombre es justo, cuando en sus
manos está el momento, el sitio y las circunstancias para hacer justicia,
entonces hace justicia en comunión con Dios y no en connivencia con el hombre
injusto y perverso, porque esa justicia entonces no sería justicia, sino
injusticia. Porque mal puede obtenerse de un hombre cuyas andanzas en el
mundo de la injusticia un brotar de sí de un acto justo en puridad. Y si un
hombre injusto hace una justicia porque esa es la respuesta que todos esperan,
esa justicia tiene un trasfondo para obtener o esconder cosas injustas
que le traerán beneficios que no serán espirituales, sino réditos mal habidos.
La justicia justa debe ser pura, limpia y espontánea.
El hombre justo es amado por Dios y no se deja influenciar
de otro hombre que es injusto para mantener apocado a su prójimo y vengarse en
sus miserias de un hombre justo. El hombre justo cuida de su alma, porque
ella será juzgada por Dios. No se alegre el hombre injusto porque está maltratando
y fastidiando a su hermano a su prójimo porque peores serán las laceraciones de
su alma en el infierno por toda la eternidad.
Hay quienes son justos al momento de hacer justicia, porque su
justicia no está teñida por la maldad. Pero hay quien aprovechándose de
su circunstancial momento y efímero de poder, hace injusticias y permite que
otros sigan cometiendo injusticias, pudiendo evitarlas u ordenar que no se
sigan cometiendo.
Cuantos irán a la presencia de las llamas del infierno, porque
nadie piensa en sus almas , sino en su circunstancial momento de poder terrenal
y solo saben administrar justicias injustas , por amiguismos e intereses
inconfesables y prefieren hacer abstracción de la existencia de Dios para
ejecutar su justicia injusta que no es justicia porque no es justa y porque su
terquedad , su ego y sus ínfulas humanas no le permitieron ser justos sino por
el contrario en silencio maquinaron como despojar a otros de su tranquilidad
espiritual , de sus derechos y de tantas otras cosas; porque más pudo su
soberbia y su encabritamiento que mirarse en lo pequeño que son en comparación
con el universo y prefieren obrar mal que hacer justicia justa , porque
conciben otra justicia y es esa justicia que les permiten ser vengativos porque
sus estampas ya son conocidas por todos. Pero el cielo te está mirando y
te llegará el momento de ser juzgado.
Hay quienes se creen justos y se la dan de justos y hacen
esperar a su prójimo una respuesta o una decisión justa, que ya han planeado
nunca emitir; porque aun cuando de la boca para afuera dicen que serán
justos y pudiendo arreglar las cosas, se quedan callados y en silencios
injustos en lo que permiten que otro hombre injusto siga cometiendo injusticias
sobre el prójimo que creyendo en él en quien acudió buscando justicia justa ,
le ha elevado la queja que está siendo objeto de injusticias por ser amigo
, su familiar , su empleado o por ser su subordinado y aquel a
quien le ha llegado la queja no hace nada para que se haga justicia y permite
el desgaste y el transcurrir del tiempo de quien ha creído en él cómo un hombre
justo. Por eso los hombres buenos, deben aprovechar ese momento cuando su
prójimo les pide justicia porque les están dando la oportunidad ante el creador
del universo, de demostrar, ser hombres justos y hacer justicia y
no maldad,
No eres justo, cuando permites injusticias, no eres justo cuando
por mantener un estado de cosas injustas te haces el desentendido y miras para
otra parte así con ello estés cometiendo injusticias en contra de un cristiano,
en contra de un siervo de Dios, de tu prójimo. Así hará contigo el
Señor de los cielos cuando le pidas justicia. Mirará para otro lado, se
desentenderá de ti. Tal vez hasta encuentres en tu justicia humana una justicia
tan parecida a la tuya cuando te llegue el momento de pedir justicia a Dios, al
morir…
Cuando entre hombres injustos se tapan sus injusticias y dejan
correr el tiempo para que las cosas se desenvuelvan con la injusticia que ellos
planificaron. Entonces comerán de su justicia si en ese plan entre amigos
injustos se permiten cometer injusticias contra un siervo de Dios.
Una justicia combinada con aderezos injustos, no es justicia.
Cuántas injusticias cometen los hombres en contra de un siervo de Dios, de su
prójimo, por ejemplo cuando habiendo recibido de un hombre justo, las
noticias de las injusticias a las que está siendo sometido porque sabe que
tiene el poder de corregirlas y ser justo; entonces lo traiciona y en vez de
corregirlas en justicia, se las pormenoriza al otro hombre injusto para que
continúe teniendo fortaleza su injusticia y pueda injustamente seguir
pisoteando al hombre justo. Nada bueno se puede esperar de los
hombres injustos, pero la justicia divina llegará a su tiempo.
El que justifica al impío, y el que condena al justo, ambos son
igualmente abominación al Señor. Proverbios 17:15. Cuida tu alma, nadie
se burla de Dios.
Todo
esto me ha dicho el Señor Jesús.
Si
practicas la equidad, aunque mueras no perecerás. Lao Tsé
crisantogleon@gmail.com
Profesor Universitario/Abogado/Periodista/Psicólogo/Escritor.