No hay nada más fácil para un crápula ,
que engañar a un hombre honrado.
Dr. Crisanto Gregorio León.
No hay nada más fácil para un crápula ,
que engañar a un hombre honrado.
Dr. Crisanto Gregorio León.
Dr. Crisanto Gregorio León.
Un psicópata no tiene conciencia ; es una persona con un
trastorno de la personalidad de base que no ha desarrollado una conciencia, ni
hábitos de respeto por las leyes , ni a las normas, que le llevan a cometer actos
mal vistos por la sociedad dificultando una socialización normal.
«No hay moral
institucional cuando una autoridad exige lo que no tiene como virtud»
«La tranquilidad
ética es una conciencia de hombres y mujeres superiores»
«Algo sobresalta
la compostura, cuando hay que llamar al orden, a la ética y a la moralidad»
Dr.
Crisanto Gregorio León.
El jefe narcisista, abusador, mentiroso, maltratador,
manipulador
y con una valoración grandiosa de su yo.
Crisanto Gregorio León
¿Te
han sometido a intimidación gestual y/o verbal en la empresa y te han vejado?
¿Alguna
vez tu jefe aprovechándose de estar a solas contigo, o usando tecnología ha
grabado la entrevista para divulgarla y disminuir tu respeto social o laboral, o en compañía de público que no sabe que es un
psicópata, que además lo alabe y le
adule por sus atrevidas hazañas de irrespeto en contra de otra persona, te ha
maltratado psicológicamente y te has sentido violentado en tus derechos humanos,
porque te ha tratado con desprecio y humillación?
La
mayoría de los psicópatas son del tipo "integrado", es decir personajes
perfectamente aclimatados a nuestras sociedades, que carecen de norma moral y carecen
de escrúpulos, pero que se muestran encantadores y seductores, generando una
imagen social impecable que oculta al peor depredador conocido: un parásito
oportunista que se endiosa a si mismo cuando ataca a sus víctimas. No les hace
falta cometer crímenes sangrientos para consumir y vaciar emocional o financieramente
a sus víctimas. Lo suelen hacer sin tocarles un pelo, pero ojo pueden hacerlo.
El
jefe abusador, manipulador, agresor, maltratador,
narcisista, mentiroso y con una valoración grandiosa de su yo, es un
psicópata, que minimiza a los demás y comete crímenes y delitos sin sentir ni
culpa ni remordimiento; pues le excita experimentar riesgos y violar las leyes,
además de utilizar a las personas.
El
psicópata representa el sujeto más preparado para arruinar y socavar nuestra
confianza en las instituciones sociales. Su presencia en las diferentes áreas
de la jerarquía social hace un enorme daño, porque las corrompe. A través del
análisis de casos que nos proporciona la historia, se demuestra que cuando
estos psicópatas socialmente integrados alcanzan posiciones encumbradas,
destruyen o desprestigian a las instituciones.
Ciertamente
los psicópatas se caracterizan sobre todo, por asumir y
perseguir estar en puestos de trabajo de
dirección, da igual que sea una gran empresa, pequeña empresa, una
multinacional, da igual, les gusta ocupar cargos de Jefes, aunque sea una empresa con siete trabajadores,
el de arriba tiene que ser el psicópata porque le gusta manejar a la
gente, le gusta conseguir sus objetivos,
que no necesariamente son los de la
empresa.
Primariamente
hay que puntualizar que al psicópata lo caracteriza una educación social
inexistente. Puede tener cursados estudios académicos o haberse robado o
comprado el título o haberlo obtenido de cualquier manera fraudulenta en contra
de la ética, pues no es integro ni honesto; pero independientemente de si nació con esta
disfunción o la desarrolló, el caso es que la psicopatía es un trastorno antisocial
de la personalidad.
La
psicopatía es un trastorno psicológico caracterizado por una total división
entre la razón y la emoción. Posee dos dimensiones o componentes, por un lado
las características de la personalidad y por otro los comportamientos. El
primer componente incluye aspectos de la personalidad en sentido estricto tales
como la capacidad de fascinar, la valoración grandiosa del yo, su capacidad de
engañar y manipular, así como la crueldad y la falta de remordimientos,
motivada por la escasa o nula vinculación emocional con los otros. El segundo
componente abarca los comportamientos antisociales y agresivos, responsables de
una vida marcada por el ansia de vivir estímulos continuados y situaciones
límite, tales como el abuso a las personas víctimas que selecciona, la comisión
de crímenes sin sentir remordimiento, lo que hace encubierto de bajo perfil o a
la luz pública para experimentar riesgo extremo y sentirse pedante y jactancioso por burlarse de las leyes y de los
hombres delante de todos.
Los
psicópatas y los sociópatas comparten una serie de características, incluida la
falta de remordimiento o empatía por los demás, la falta de culpa o la incapacidad
de asumir la responsabilidad de sus acciones, el desprecio por las leyes o las
convenciones sociales y la inclinación a la violencia. Una característica
central de ambos es una naturaleza engañosa y manipuladora. Ni todos los
psicópatas son asesinos, ni todos los
asesinos son psicópatas. Pero hay que estar alertas y tener cuidado porque
cuando ellos no consiguen lo que quieren o se sienten descubiertos o amenazados
en su personalidad porque ya todos saben que es psicópata o todos saben de sus delitos,
entonces son capaces de cruzar la línea y
planificar y ejecutar crímenes violentos como
el asesinato o el sicariato, u otras bajezas , por propia mano o
utilizando a quienes él considera sus súbditos , que son los secuaces
colaboradores a quienes ha convertido en delincuentes y que tarde o temprano junto
al psicópata serán aprehendidos por esos delitos encubiertos de los que creen
no han dejado cabos sueltos. Los psicópatas
tienden a realizar crímenes premeditados con riesgos calculados. O pueden
manipular a otra persona para que infrinja la ley, mientras se mantienen
seguros a distancia.
Los
psicópatas cuando se ven contrariados en sus intereses inconfesables como jefes
de trabajo o en puestos de dirección protagonizan el sometimiento de sus subordinados,
mediante detestables actos de bajeza en
contra de los derechos humanos, enseñan literalmente sus dientes como fieras y
ejecutan actos de desprecio, ultraje y subestimación hacia quienes han escogido
como sus víctimas. Hay que tener mucho cuidado y saber identificar al jefe psicópata,
porque los hay que de manera atrevida y temeraria pretenden controlar tu vida
personal y restringir tu libertad de pensamiento e incluso arruinar tu reputación
laboral, manipulando a sus secuaces para que hagan o digan o practiquen actos repugnantes
en contra del empleado o empleados víctimas. Recuerde que el psicópata es un
mentiroso, manipulador, narcisista y se siente un Dios todo perfección y que las
demás personas son “cosas” manipulables para obtener sus objetivos. Además el psicópata
es un envidioso, puede tener mucho de lo que ha acumulado rateando y
delinquiendo, pero siempre quiere ser el primero incluso en talento y
desarrolla envidia en contra de quienes destacan por sus capacidades y habilidades
que él quisiera poseer y entonces decide poner en marcha su juego subterráneo
de ataques de destrucción ocultándose detrás
de la gente que manipula.
Los
psicópatas son astutos, que no tienen interiorizada una conducta respetuosa
hacia los demás. Son excelentes actores, son camaleónicos, se saben camuflar y
en ello fingen valores que realmente no tienen ni sienten , porque no poseen
valores sociales como el respeto a los demás, ni el amor, y les causa emoción dañar
a las otras personas. El psicópata se cree un Dios, y siente que tiene la
autoridad para entrometerse en la vida personal de los demás, a quienes ve como
insignificantes personas, a quienes hay que minimizar. No olvidemos que el psicópata
está convencido de que las demás personas son casi basuritas, que solo les son útiles para materializar su
manipulación y conseguir los fines siniestros y criminales que se ha trazado. “Utilizan
a los demás como objetos para conseguir sus propios beneficios, como si se
tratase de cosas , como si fueren una silla o una mesa”. Así lo expone
Robert D. Hare, Doctor en psicología e
investigador de renombre en el campo de la psicología criminal.
Los
rasgos más característicos de los psicópatas, son la falta de empatía, la falta
de remordimientos o la falta de culpa. Muchos psicólogos diagnostican que los
psicópatas y los sociópatas son lo mismo y que en el desarrollo de esa
anormalidad influyen tanto factores genéticos como ambientales. Lo cierto es que ni el sociópata ni el psicópata
desarrollan conciencia. Por eso al parecer el psicópata carece de esa empatía y
son más impulsivos. No es que no sientan emociones, las pueden sentir, lo único,
es que no sienten empatía. Por
eso, pueden llevar a cabo conductas violentas, aterradoras, desafiantes y
violadoras de las leyes y los convencionalismos sociales.
El
psicópata es un peligroso depredador social.
Al igual que los animales, los depredadores humanos van por las personas más
apetitosas. Sus objetivos son aquellas personas que tienen las características
que el psicópata envidia: talento, amabilidad, ética y moral, carisma o fuerza
de voluntad y hasta inocencia. Personas
felices que han tenido la desgracia de cruzarse en su camino.
Asesor
de gestión/Abogado/Periodista