martes, 26 de mayo de 2009

Un hombre , una familia feliz

Un hombre, una familia feliz
Crisanto Gregorio León

Un hombre poseedor de una bella familia, que de pronto se vio afectada por vicisitudes que contrariaron la continuación de una existencia feliz, restituye rápidamente su hogar, al decretar por amor la sanidad de sus hijos enfermos y la protección divina para ellos , junto a larga vida para su esposa. Su hijo menor sufría de un virus que por obra de Dios desapareció de su sangre, para tener larga vida sobre la tierra. Su hijo, tan idéntico a su padre pero con diferencias existenciales, por intervención de lo alto logran reconciliarse y el hijo honra al padre como nunca lo hubieran pensado. El joven termina su carrera universitaria, siendo un profesional exitoso, obtiene su propia casa y contrae matrimonio con una linda mujer que le da larga descendencia.
Su bella y hermosa hija que vivía como autista en un mundo que le era extraño por no saber diferenciar lo real de lo ficticio, logra tomar las riendas de su vida y despierta a una existencia normal que la incorpora rápidamente a la felicidad de las chicas de su edad, a los estudios, a la obtención de una profesión, graduada con honores y casada felizmente para procrear hijos sanos y bellos nietos para la felicidad de la familia.
Este hombre feliz recupera el amor de su bella esposa, manteniéndose juntos hasta que la longevidad de los años se los lleve a ambos, disfrutando de los hijos, de los nietos y de los biznietos; de la alegría del amor profundo que Dios hizo volver y permanecer entre ellos.
Al decretar la felicidad de su familia y la unión permanente entre sus miembros por el amor profundo que guarda en el corazón de esposo y de padre, desaparecen las desgracias que estaban oscureciendo la felicidad.
El amor, los mejores sentimientos y deseos para los suyos, para su hijo, para su hija y para su esposa, borra los negros nubarrones que parecían cubrir aquella familia y lo restaura a él como cabeza del hogar en el significado bíblico y su mujer consecuente con los mandatos divinos es la compañera perfecta para aquel varón en obediencia a Cristo.
El hombre feliz rectifica lo que hubo de rectificar y mantiene una unión sostenible de amor y fusión perfecta entre los miembros de su hogar, desencadenándose una reacción en cadena, de felicidad, de armonía, prosperidad y bienestar entre ellos.
Abogado
crisantogleon@gmail.com